Grata sorpresa la
noticia de un nuevo disco de The Tyde después de 10 largos años ; pensé que era su falta de persistencia , de fácil
contentamiento lo que les había llevado a extraviarse y a entretenerse en otros
proyectos , pistonudos todos ; sinceramente , pensé que detuvieron este
proyecto complacidos en una primera y única
( fantástica ) hendidura sonora , un
primer hallazgo , una primera capa soleada y pelín melancólica desde la que parecían rechazar el seguir exigiéndose , un
recorrer breve trecho y frenar en seco ;
de esto todos sabemos mucho.
Me alegro de haber estado equivocado durante todo este
tiempo ya que se trata de un grupo muy apreciado en casa ; sorpresivamente
regresan con todos sus rasgos identificativos intactos , una idiosincrasia
particular de cierta ensoñación , una praxis musical donde se reencuentran temporalidades ya muy distantes ; sin embargo
, escuchada The Curse in Reverse y su
melodía gelatinosa delineada por la guitarra de Bernard Butler percibo una
sutil evolución , es como si se hubieran marchado del campo para ir a vivir a
la ciudad , como si hubiesen abandonado por un rato una interpretación
unidireccional del sol ( que tán bien plasmaron ) para acercarse a las pulcras
y más sombreadas formas de hacer de , por ejemplo , Tom Verlaine o Lawrence
Hayward ; en cualquier caso , una delicia que acelera mi pulso y reactiva mi entusiasmo en
una perspectiva otoñal un tanto oscura .
No hagas mucho caso de lo dicho , nadie es así para siempre
y de esta manera ni tengo una opinión demasiado acertada ni convencional acerca de nada ;
simplemente escúchala y disfruta de un nueva prueba de su estilazo .
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