martes, 4 de octubre de 2016

CLEANERS FROM VENUS The Last Boy in the Locarno


Vuelve la casaca roja a subrayar la respetabilidad de su dueño sobre fondo en sepia , bonita y sugestiva imagen ; de espaldas al objetivo , observa la puerta de la vieja casona como intentando pactar con el tiempo y aún clarifica más las cosas .Unido al mundo tan sólo mediante la poesía y el pop , Newell siempre adoptó una postura individualista ( es una opción como otra cualquiera ) que le lleva a amar el modo de vida rural aunque como hombre sensible e inteligente sepa que eso conlleva servidumbres en ocasiones de muy difícil digestión ; lo sabemos muy bien los que vivimos en pequeñas comunidades y como éstas vigilan al raro , le presionan con acciones coactivas que dan náusea ( les encanta hacer burla fácil del disidente , váyanse a hacer puñetas y déjenme con mi fantasía pop ¡!! ) para conseguir una unidireccional conciencia de grupo ; estamos jodidos los que siempre hemos deseado vivir alejados de todo ese sistema de presiones , bueno , estamos jodidos todos …. No sé para qué tanta introducción , quizá si para aclarar que lo más mas fácil es caer en la impostura y lo superfluo , en la farsa y el disfraz pero que esto no es un disfraz , es una defensa de los buenos modales y costumbres , de una forma de hacer las cosas como siempre le ha gustado hacer a Mr. Newell : imperfectas en sonido que no en ejecución ( muy poco dado al refinamiento y a los floripondios de estudio ) , ni recreado ni nostálgico , refractario a los vaivenes estéticos de cada momento . Cosas mías seguramente , pero ando estos días dándole vueltas a la idea de que todo el pop es folk , y todo el folk es pop ( sentimientos universales condensados en canciones simples y amables ) , todas éstas abstracciones son frecuentes cuando vuelves a escuchar un nuevo disco del bardo de Wivenhoe , sólo que esta vez parece entonar su canto con la aquiescencia de la propia experiencia vital . Intuyo que , aunque inspiradísimo , no anda muy bien de salud ; lo mismo me pasa con otro ilustre solitario favorito de piano en la esquina del pub Mr . Geraint Watkins Y es que parece entonar en este The Last Boy in the Locarno un último canto ; una condensación , perdón , mejor una destilación de su genio creativo , una conmovedora y respetuosa muestra de la atemporalidad de la cultura pop . Paro un momento para tomar un Cinzano y me doy cuenta una vez más de mi ineptitud para trasladar todas las conexiones que estas sugestivas canciones me transmiten estos días ; por eso me limitaré a elegir aleatoriamente cualquiera de ellas , cualquiera transporta a las mejores edades de ésta música que tanto amamos , sean de reminiscencias a los grupos vocales de los años 50 , sean a ese brit jangle de adaptación exclusiva inglesa , sean de de medio tiempo de tears in my beer ´ cervezero en la esquina de lágrima no tan oculta ; de un romanticismo y clasicismo ( unas me suenan a Beatles , otras a Costello , otras a Kinks pero es Newell en estado puro ) que tiene mucho de troncal , de brújula refractaria al tiempo invariable . The Last Boy in the Locarno es una pequeña pasada , una nueva y ¿ última ¿ muestra de la escritura idisosincrática de este raro favorito . Un disco perfecto en su imperfección . Nadie es así para siempre o de esta manera

1 comentario :

  1. Un texto excelentísimo. El disco lo estuve oyendo ayer un par de veces. Voy a darle más vueltas pero no me ha llegado tanto como el anterior de hace 2 años. Espero que todo ande bien, te tengo que llamar. Me gusta esa frase de "estamos jodidos los que siempre hemos deseado vivir alejados de todo ese sistema de presiones" Abrazo

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